viernes, abril 14, 2006


Castro Ventosa y la República
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ, ALCALDE DE CACABELOS
HOY, día en que se celebra el LXXV aniversario de la República, los bercianos agradecemos su decisión, valentía y firmeza, por aquellos tiempos tan difíciles de 1931, en los que el yacimiento de Castro Ventosa fue declarado Monumento Nacional. Cuando hablamos de Castro Ventosa no existe duda alguna de que se trata del yacimiento arqueológico más significativo del Bierzo. Por sus dimensiones, por su ubicación, y por haber sido asiento de la ciudad más importante de la antigüedad en nuestro territorio, Bergidum. Sus restos materiales así lo atestiguan: desde la Prehistoria reciente al mundo hispano-visigodo y medieval, es decir, más de 1.000 años.
Recordemos que por su territorio pasaron las calzadas romanas hacia Asturica Augusta, Lucus Augusti y Bracara Augusta,y en la Edad Media el Camino de Santiago, camino que precisamente en la actualidad está en su máximo apogeo y es Patrimonio de la Humanidad. Por otro lado, su perfecta situación al pie de las antigua N-6 y A-6, y su proximidad a los núcleos históricos de Cacabelos y Villafranca del Bierzo proporcionan al sitio arqueológico un inmejorable hito turístico El majestuoso cerro de los astures bergidenses, tiene el privilegio de conservar intactos sus restos urbanos y su muralla romana, convirtiéndole en yacimiento único de su género. Por todo ello, Castro Ventosa se convierte en referente principal tanto por su valor monumental como por su valioso patrimonio científico, además de constituir la mejor atalaya paisajística de la comarca a la que dio su nombre, El Bierzo. Valorado desde el siglo XVIII (Jovellanos, Munárriz, Gil y Carrasco, Schulten) y declarado Monumento Nacional en el año 1931 (II República Española), fue objeto de algunas intervenciones. Sin embargo, escasas han sido las ocasiones en que la administración ha prestado la debida atención, habiendo pasado más de 70 años desde su declaración como monumento sin que haya habido ninguna intervención para su recuperación y consolidación, y aunque desde tres años se viene realizando una intervención desde el Consorcio con financiación del Ministerio de Fomento para sacar a la luz sus murallas y facilitar el acceso, se hace necesaria la intervención de la administración regional de la Junta de Castilla y León en la dotación de servicios turísticos, la investigación y la excavación del enclave por su gran valor arqueológico e histórico de nuestro territorio. El Ayuntamiento de Cacabelos desde los años 80 ha venido promoviendo su Puesta en Valor, y en la actualidad está realizando una de las mayores apuestas por la conservación y difusión de su patrimonio: El Museo Arqueológico de Cacabelos, como un recurso cultural de calidad y pilar fundamental para la arqueología de nuestro zona, la Puesta en valor del yacimiento de La Edrada a través de las líneas del Interreg III A «Vías Augustas» , y diversas propuestas y Proyectos de mejoras para Castro Ventosa. Así pues, aunando esfuerzos, debemos convertir a Castro Ventosa en referente fundamental para la promoción patrimonial y turística de la comarca, en hito principal del itinerario cultural, no sólo de la provincia de León, si no del cuadrante noroccidental ibérico, y para ello precisará de diversas actuaciones, destacando por su importancia la realización de un proyecto científico riguroso ligado al mundo investigador que proporcionen el conocimiento histórico tan necesario para este importante yacimiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llamazares está haciendo grandes méritos para alzarse con el título de campeón nacional de la mentira, hasta ahora muy reñido entre Rubalcaba y Blanco. Dice el jefe de los criptocomunistas, los neototalitarios y los fundamentalistas verdes que los que hicieron la República son los mismos que hicieron la Transición. No sabía yo que la República la hubieran hecho los franquistas, pues no otros fueron los artífices del actual sistema, al que las izquierdas se sumaron una vez puesto en marcha por Suárez y demostrado el apoyo masivo de los españoles.

Cuando Franco se alzó contra la República en julio del 36, ya lo habían hecho antes casi todos los partidos que apoyaron al Frente Popular. Al crearse la coalición, siguiendo los planes moscovitas, nada parecido quedaba en España a un régimen de libertades. De hecho, los contenidos garantistas de la Constitución del 31 apenas estuvieron vigentes debido a la Ley de Defensa de la República y a la arbitrariedad de los gobiernos de izquierda. Pero Llamazares no va por ahí. Lo que intenta el doctor Habana es trazar un delirante paralelismo con los tiempos actuales tras mistificar, torcer y simplificar el pasado hasta la caricatura.

No se sabe si en su farsa tiene más importancia la anacronía o la falsedad. Su aquelarre ilegal con la bandera tricolor, por ejemplo, constituye, aunque él lo ignore, un homenaje póstumo a Alejandro Lerroux. Podrían nuestros progres limitarse a defender para la España del siglo XXI un régimen republicano, y muchos estaríamos de acuerdo. Pero no. Exigen la institución de una amarga patraña, el establecimiento de una torpe ficción. Ahí está la desmesura de presentar a los comunistas de los años treinta como defensores de la democracia. Puede que el PCE se civilizara a finales de los setenta, pero colgarle una medalla a estas alturas al partido perrunamente estalinista de José Díaz y la Pasionaria por promover la democracia y la libertad es una barbaridad que sólo apoyará quien no hayan abierto jamás un libro de historia contemporánea.

Desde luego, si a alguien se debe que la Segunda República fuera el fiasco que fue, y que acabara como acabó, es a formaciones políticas como el PSOE, ERC o el PCE. Han decidido defender su memoria. Adelante. Pero si se embarcan en la falsificación del ayer con el único fin de reforzar hoy su visión maniquea de la realidad, si se visten de Largo Caballero, de Prieto, de Companys y del Campesino (Carrillo ya vuelve a ir disfrazado de Carrillo), alguien acabará pidiéndoles explicaciones por Paracuellos, las checas, los incendios sacrílegos, las detenciones irregulares, las torturas, los paseos, los golpes socialista y separatista del 34. Con lo tranquilitos que estaban los fantasmas encerrados en los libros, y ellos dale que te pego con el coñazo de la memoria. ¿Qué memoria? ¿Estuvieron ahí? No. Entonces la memoria operará sobre lo leído. Llamazares, Rodríguez, Tardà: empiecen leyendo algo.