jueves, noviembre 23, 2006

Vilela

A. V. “Valle de Vilela” (Drama chusco en tres estaciones, y conclusiones)
Introducción: Con gran pesar tengo que anunciar mi desvinculación total con la Asociación de vecinos, en cuya acta fundacional aparece estampada mi firma, y de la que inopinadamente me eligieron vicepresidente.

Planteamiento: Por desgracia he contemplado el resquebrajamiento de una ilusión y el desmembramiento de un grupo de personas que parecían entenderse y trabajar en común, en el que las susceptibilidades afloraron, las presiones se hicieron insoportables, haciendo irrespirable el ambiente e imposible el acuerdo.

La primera crisis afloró por la negativa de la junta vecinal al uso de la casa del pueblo para asambleas y otras actividades. En el intento de limar desavenencias con la Junta, conocí datos, por mi ignorados, que me sorprendieron desagradablemente, y de los que pedí explicaciones, sin acabar de convencerme las que recibí. En aras de la cordialidad y el buen entendimiento obvié mis dudas.
Entre tanto se nombra “mediador” a quien luego sería presidente.

Nudo: Con la inmediatez de la primavera una nueva crisis bien cultivada explotó: El Presidente es “dimisionado” en acta que firman los 4 miembros restantes de la Junta Directiva que asisten a la reunión. Procede asumir la presidencia de manera excepcional y celebración de asamblea general extraordinaria para dar cuenta de la situación y elegir nuevo Presidente.
Se presentan el presidente “dimisionado” y otro candidato que vence abrumadoramente en votación secreta celebrada al efecto, habiéndose depositado además 2 votos en blanco.
En marzo queda constituida la Junta Directiva al completo, que continua con el plan de actividades, muy positivo y aceptado, con especial dedicación de las dos vocales y la secretaria..
Otra sombra se abate sobre el devenir de la asociación: La pretensión del presidente, pese a lo dispuesto en el articulado y en gran contradicción con los propósitos anunciados el día de la presentación, de verse aclamado por la junta directiva como candidato ideal por el PP a alcalde pedáneo.
Tal pretensión alcanza el clímax el día de San Juan en el seno de una reunión de la junta directiva, cuando ésta, en votación rechaza la posibilidad de pronunciarse sobre, ni, nominar ningún candidato.
La reacción del presidente fue amagar con su dimisión, pero, que , según él, por credibilidad y conveniencia, no materializaba en el acto, y anunciando una actitud pasiva. Razones que no acepté, llegándose al consenso de un tiempo de reflexión. Levantando la sesión la tesorera arroja los libros, confesándose harta de gente poco seria y anunciando el abandono irrevocable de su cargo.
En aparente tranquilidad pasa el mes de julio hasta que se decide la convocatoria de la Asamblea General Ordinaria Anual, en fecha disponible para todos los miembros de la Junta Directiva, y en la que se daría cuenta del abandono de la tesorera y elección del cargo vacante.
Se convoca por el presidente con un cierto orden del día, y graves defectos de forma, y al tiempo anuncia su ausencia a la misma aduciendo un viaje.
De nuevo me toca presidir una asamblea, en la que siguiendo el orden del día, y sobre un guión consensuado con el resto de la directiva presente en reunión previa, se pasa revista a cada uno de sus puntos.
No hay ninguna queja, todo sale adelante, y las proposiciones son aprobadas por unanimidad.

Desenlace: A los dos días de la asamblea recibo mensaje de la tesorera pidiendo explicaciones sobre los términos referidos a la explicación a su dimisión, al que contesté y al que siguió réplica y contrarréplica.
Se sucede comunicación del aparecido presidente pidiendo explicaciones y responsabilidades, en un cierto tono amenazante; comunicado que es respondido, y al que se une una petición oficial de dimisión del presidente al amparo de una serie de motivos, que a día de la fecha aun tiene vigencia. Respuesta que en principio suscitó la aprobación de tres miembros de la Junta Directiva. Se acordó verbalmente no reunir la Junta Directiva hasta que ésta no estuviese al completo.
El presidente por su parte convocó y desconvocó, hasta que en una pirueta con cambio de lugar tradicional de celebración, logró reunir quórum suficiente, celebrándose reunión, a la que no asistí y en la que no pude defender mis puntos de vista, en la que parece ser que sus argumentos contrarios a mis tesis obtuvieron el respaldo de la mayoría de los presentes.
La secretaria y una vocal abandonan la Junta directiva a petición propia.
Por ultimo convoca Asamblea General Extraordinaria con un plazo para su realización de tres dias, y con un orden del día al que a la elección de los cargos vacantes se unen una profunda revisión de los estatutos, y una propuesta de anulación de acuerdos de la Asamblea General Ordinaria anterior.
Impugno la citada convocatoria por lo que entendí grave vulneración a los estatutos en su artículo 13, y a la verdad, en algunos argumentos.
Impugnación rechazada, por el presidente, y celebrándose la citada asamblea, en el curso de la cual parece que dimitió la otra vocal, a la que no me fue posible asistir, y de la que desconozco los detalles de su desarrollo.
Al día siguiente solicité mi baja en la asociación por entender que su devenir y la actitud de su presidente la hacen incompatible con los compromisos adquiridos el día de la presentación, con los propósitos que parecían inspirarnos y con las palabras pronunciadas.
Conclusión: Juzgo la actitud y acciones del actual presidente como nefastas, y la experiencia me ha proporcionado conocer matices de las personas, que en algunos casos me han sorprendido muy agradablemente, pero en uno muy concreto me ha defraudado en todos los aspectos. Pido así mismo disculpas a quien haya ofendido en el ejercicio de las pocas funciones desarrolladas, y por los desaciertos que haya cometido, que desde luego nunca han sido deliberados
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