jueves, septiembre 21, 2006

NACIONAL

OPINION
Una foto, un peligro, una censura
DESDE LA CORTE
FERNANDO ONEGA

DE TODAS las soledades parlamentarias que ha sufrido el Partido Popular, la de ayer ha sido la peor. Nadie le quita sus diez millones de votos. Nadie regatea la importancia de su mensaje. Nadie discute siquiera su posibilidad de ganar las próximas elecciones. Pero debiera inquietarle esa foto de todos los grupos unidos contra él, como si fuera el enemigo colectivo. Y más que la foto, la razón por la cual se han unido: entienden que el partido conservador está metido en una campaña de desprestigio de las investigaciones judiciales y policiales del atentado del 11-M, hace acusaciones de república bananera --como que el gobierno oculta pruebas al juez instructor-y se convierte en portavoz de delincuentes.
El efecto inmediato es la siembra de la duda sobre la Justicia y la Policía. Un paso más, y le quitará todo crédito nada menos que al juicio que comenzará en el próximo mes de febrero. Hay quien piensa que, efectivamente, trata de desactivar ese juicio. ¿Por qué el PP sigue esa estrategia de siembra de sospecha? ¿Por qué ignora las explicaciones que le ha dado el gobierno, en respuesta a más de quinientas preguntas? ¿Por qué da más crédito a la interesada versión de un procesado que a la instrucción de un juez y al trabajo de cientos de agentes policiales? ¿Por qué lo tolera Rajoy? Puede ser porque esa versión interesada coincide más con sus intereses políticos, ya que nunca abandonaron la hipótesis de la autoría de ETA. Puede ser que se dejan arrastrar por ese sector de la opinió n que necesita saber que ETA estuvo detrás, por mucho que lo nieguen todos los investigadores y expertos. Y puede ser porque les ciega el espejismo de terminar presentando a Zapatero y su equipo como una panda de usurpadores. Dudo que el puñado de votos y el apoyo mediático que el PP consigue recoger compense ese deterioro. A cambio, aparecen líderes como Josep Piqué que consideran incompatible seguir esa vía y ser alternativa de gobierno. Se extiende la idea de que continúan sin aceptar el resultado de las urnas de 2.004. Y es triste que un partido llamado a gobernar encabece la desconfianza en el trabajo de la policía y la Justicia. Muy triste.
Dicho eso, a los que se juntaron para la foto también hay que hacerles un reproche. Es correcto que traten de hacer visible el arrinconamiento del PP. Quizá tengan la obligación de enseñarle los dientes. Pero cuidado: aunque ese partido esté cometiendo un error, y un grave error, nadie puede conjurarse para evitar que lleve al Parlamento los temas que desee. Una cosa es denunciar los perjuicios que causa a la convivencia, y otra impedir que una fuerza política pregunte lo que quiera preguntar. Cuidado con la imposición de la censura.

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