Ya están otra vez los incendios forestales, pero no son los primeros. Hace unas semanas, os recuerdo, los montes Aquilianos ardían por los cuatro costados, comenzando, que casualidad, un jueves por la mañana en plena temporada de caza. En aquella ocasión y después de nuestras denuncias, enviaron, aúnque tarde, dos brigadas de fuera del Bierzo, pues aquí no había ninguna . Ya sabeis que las brigadas se desmantelan cuando los políticos deciden que se acabó la campaña, y no se activan hasta que desde algún oscuro despacho alejado de nuestros montes, un funcionario lo decide. Las principales causas por las que arden nuestros montes están estudiadas hasta la saciedad, pero no parece existir ninguna voluntad por atajarlas. Se combaten los síntomas, los incendios, con enormes y costosos dispositivos, palas, helicopteros, aviones. Un gran despliegue de medios técnicos y económicos. Pero no se trabaja sobre las causas, por lo que el problema no va a tener solución si no se cambia de estrategia. Los montes bercianos llevan ardiendo desde tiempos inmemoriales para buscar pastos para el ganado, para roturar y fertilizar zonas que luego serían cultivadas(bouzas), por la caza, y como expeditivo método de desbroce,(además de por otras causas inconfesables y dificilmente demostrables). La progresiva despoblación, envejecimiento y abandono de nuestros pueblos está agravando el problema. Ya no hay ganado que desbroce y mantenga limpias las sendas y las praderas,y la administración no está supliendo esta función. El combustible de esta forma aumenta de forma progresiva hasta que algún desgraciado o ignorante mete la cerilla. Antes la gente de los pueblos hacía quemas controladas, ahora queman para que no les venga el fuego, dicen, y escapan para que no les pillen los guardas, con lo cual el fuego se descontrola de forma a veces catastrófica.
A morteira. www.amorteira.org
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